Apenas hace un año que todos nos tuvimos que cerrar en casa, ¿os imagináis qué bache, por la gente que trabaja a pie de calle? Entre ellos se encuentran los equipos de sensibilización y captación de socios, que sufrieron de lleno el confinamiento, y aún hoy tienen que adaptar su día a día en la "nueva normalidad". Para el equipo de socios, los captadores de Wesser son uno más de la Fundación, y este año, además, han demostrado que son Imparables ¡Algunos de ellos nos cuentan cómo vivieron el año 2020!
"Tras pasar los tres meses más solitarios que he vivido, en julio nos dieron la noticia de que volvíamos a las calles. Al principio veía improbable que, en plena ola de calor, con la boca tapada y el resquicio del confinamiento, la gente se parase, te escuchara y se animara a colaborar. Para sorpresa mía, al poco de ponerme el chaleco descubrí que todo es cuestión de adaptación. La comunicación es la misma, pero a un metro y medio y solo con la mitad de la cara. La solidaridad está quizá más presente que nunca, aunque se notan los estragos de la economía. A pesar de todo, la gente se sigue animando a ayudar y eso es lo que da sentido a este trabajo". Margarita, Alicante.
"Cuando nos dijeron que no podíamos seguir trabajando, no me lo podía creer… ¡¿cómo iba a dejar a mis «niños»?! Durante el confinamiento solo deseaba volver a trabajar, ¡la investigación no podía parar, tenía que seguir recaudando! Después también fue duro, ya que los socios no salían como antes..., pero al final, los baches se superan, ¡y la Navidad fue un periodo maravilloso! Mucha gente de mi calle favorita (Juan de Herrera) me traía detalles ¡solo por estar ahí! No cambiaría este trabajo por nada. Solo deseo que en 2021 pueda seguir, feliz, en mi calle, por los enfermos, y haciendo este trabajo, ¡que es lo que más me gusta!" Noelia, Santander.
"El 2020 fue un mal año para todos. Mucha gente lo pasó mal, muchos perdimos familiares, interrumpimos proyectos vitales de todo tipo... Después de más de 100 días de confinamiento, volvimos poco a poco a la captación en un mundo nuevo que nos recibió de manera genial. Pronto nos adaptamos a la nueva realidad, lo que nos permitió crecer como personas y dar lo mejor de nosotros. Terminado el año, miro atrás y veo que tuvo, a pesar de todo, muy buenos momentos. Cuando entra una persona nueva al equipo le suelo preguntar: ¿qué mensaje quieres transmitir? El mío es uno de esperanza y futuro: dejar un mundo libre de leucemia a las siguientes generaciones. Con nuestro trabajo podemos formar parte de ello. ¿Te imaginas ese futuro?" Tomás, Madrid.
"Para nosotros, el 2020 ha estado lleno de dudas, incertidumbre, y alguna que otra mala noticia. Pero también ha habido algunas cosas buenas. Hemos aprendido que con la investigación hacemos HISTORIA; e HISTORIA es lo que haremos también cuando la leucemia sea cosa del pasado. Está en nuestras manos, pero nada somos los captadores sin las personas que se acercan a nosotros, que nos escuchan, que se preocupan y que empatizan con nuestra causa. Por eso queremos agradecérselo. Porque, pese a todo, seguimos siendo generosos, empáticos, solidarios, luchadores y fuertes. Esto es lo que nos da el impulso para seguir adelante, y lo que nos lleva a ponernos el chaleco, cada día, con una sonrisa en la cara. Sonrisa que, incluso con mascarilla, siempre permanece". Víctor, Madrid.
Ya sabes, si te los encuentras por la calle, ¡devuélveles la sonrisa y dales las gracias por su trabajo!