Investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras concluyen que la secuenciación genómica de los tumores permitiría mejorar el pronóstico en pacientes de los síndromes mielodisplásicos / neoplasias mieloproliferativas, juntamente con los datos clínicos.
Los síndromes mielodisplásicos / neoplasias mieloproliferativas (SMD/NMP) son un grupo muy poco frecuente de enfermedades malignas de la sangre que se caracterizan por mostrar elementos tanto propios de los síndromes mielodisplásicos (SMD) como de las neoplasias mieloproliferativas (NMP). La incidencia de las patologías del grupo SMD/NMP varía enormemente, desde 3 casos por 100.000 individuos mayores de 60 años en la leucemia mielomonocítica crónica (LMMC), hasta 0,13 por 100.000 de leucemia mielomonocítica juvenil (LMMJ), según la OMS.
El hecho de estar a caballo entre dos patologías hace que su diagnóstico sea difícil y tardío. Generalmente, este recae en elementos clínicos, como la morfología de muestras de sangre periférica o de médula ósea, pero algunos estudios han demostrado que más del 90% de pacientes son portadores de mutaciones somáticas en genes comunes entre las neoplasias mieloides.
Para ordenar la información disponible y observarla en conjunto, los investigadores Laura Palomo, Pamela Acha y Francesc Solé, del grupo de Síndromes Mielodisplásicos del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, han publicado en la revista especializada Cancers una revisión de toda la información genómica de las neoplasias hematológicas SMD/NMP disponible en la literatura.
El análisis de las fuentes ha permitido concluir que, si bien no parece existir ningún marcador genético específico de SMD/NMP, las alteraciones identificadas, indetectables mediante las técnicas patológicas y citogenéticas habituales, juegan un papel importante en la heterogeneidad clínica de estas enfermedades y su evolución.
Los datos muestran que los genes más afectados en las patologías SMD/NMP son los relacionados con la regulación epigenética, la expresión de factores de transcripción, el procesamiento alternativo de mensajeros, las vías de transducción de señal -muy relacionadas con procesos proliferativos- y los mecanismos de reparación del ADN, entre otros.
Según los autores, si bien el conocimiento de esta información no permitiría clasificar un tumor como SMD/NMP independientemente de los datos y experiencia clínica, sería de gran ayuda para mejorar el pronóstico de la enfermedad y ofrecer el mejor tratamiento disponible al paciente. Así, recomiendan incorporar, en la medida de lo posible, el uso de la secuenciación genómica dentro de las herramientas habituales de diagnóstico.